Xerta tiene toda la abundancia de agua del Ebro, que ha inundado periódicamente sus huertas y las ha fecundado con sus limos, pero, aunque parezca una paradoja, la huerta de Xerta es regada por el agua que corre desde la montaña y es canaliza por las acequias que atraviesan el pueblo y se distribuyen a chorros por los huertos. Los sarracenos canalizaron el agua de los Ullals, cómo hemos dicho.

En el pleito sostenido entre Xerta y Paüls sobre el derecho de Xerta a usar las aguas, Pere el Ceremonioso dio sentencia favorable en Xerta, en 1398, la razón era porque el uso vendía de tiempo inmemorial. Esta agua riega unas 172 hectáreas de tierra, dividida en Huerta de Arriba y Huerta de Bajo. El cultivo principal es el naranjo, árbol contenido en el escudo de Xerta. Durante los últimos tiempos algunos labradores más inquietos han empezado construir invernaderos para la producción de verduras en más cantidad.

El principal cultivo de secano es el olivo, con unas 1.235 hectáreas, los algarrobos con 380h y los almendros con 21h. Además, tiene 679h de garriga, 444h de pastoreo y actualmente se han dejado de cultivar los cereales por no ser rentables. Algunas tierras de secano han quedado baldías, consecuencia lógica del desplazamiento del trabajo del campo a la industria.